Ubicada al noroeste del volcán Iztaccíhuatl, en los dominios del Valle de Nahualac, esta espectacular cascada de aproximadamente 40 metros de altura, tiene como principal atractivo que durante los meses de diciembre y febrero gracias a la combinación del clima frío y del viento transforman su caudal en escarcha y nieve, mientras que los escurrimientos de agua forman estalactitas de hielo (bueno, eso era antes del calentamiento del planeta que estamos padeciendo). Se encuentra en San Rafael, Tlalmanalco, Estado de México. A cinco horas a pie, partiendo de la entrada del Parque de “Dos Aguas”.
Este espacio reviste un gran interés por el espectaculo visual de ver un salto de agua completamente congelado, así como por ser la puerta de entrada al valle de una belleza excepcional, ideal para acampar. Presenta un clima templado a frio. El rio es formado por el deshielo de la mujer blanca. La altitud oscila entre los 3800. Y hay una vista increible de la Cabeza y el Pecho del Iztaccíhuatl. En cuanto a la flora estamos en el límite de la zona boscosa y el inicio de los pastizales alpinos. Al hablar de la fauna, se han tenido avistamientos de coyotes, los cuales lucen increibles en su habitat natural.
Cerca de aquí se localiza la Laguna de Nahualac, un adoratorio prehispánico en honor al dios Tlaloc, y al noroeste a 150 metros una zona de ofrendas, actualmente saqueada.